El inmunofenotipo por citometría de flujo se ha convertido en los últimos años en una herramienta indispensable para el diagnóstico integrado y el seguimiento de enfermedades oncohematológicas. También juega un papel importante en enfermedades inmunes, oncológicas e infecciosas.
La clasificación de tumores de la Organización Mundial de la Salud (OMS) propone una aproximación multiparamétrica al diagnóstico de las enfermedades, integrando los datos clínicos, morfológicos, fenotípicos y genotípicos características de cada entidad, en la que se incluye el estudio inmunofenotípico por citometría de flujo. El fundamento está en la utilización de haces de luz láser que interceptan las células que pasan por la cámara de flujo del citómetro. Las células son clasificadas por su tamaño, su complejidad y por los múltiples marcadores incluidos en el análisis, normalmente en forma de anticuerpos específicos marcados con diferentes fluorocromos. presencia o ausencia de expresión de estos marcadores de forma simultánea en forma de porcentaje relativo y, en algunos casos en valores absolutos, de cada tipo celular específico. La citometría de flujo multiparamétrica de nueva generación (NGF) permite realizar análisis celulares altamente sensibles y precisos para la separación, clasificación y cuantificación de células en suspensión gracias a la adquisición de millones de células con protocolos estandarizados por sociedades o consorcios expertos.
En Catlab se trabaja con un citómetro digital BD FACSLyricTM, que consta de 3 láseres con una configuración de 12 canales de fluorescencia y 14 parámetros con una velocidad máxima de adquisición de 35.000 “eventos” por segundo, y un citómetro BD FACSCantoTM II, también digital, con 3 láseres, una configuración de 8 colores y 10 parámetros.
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